TENGO
Tengo un mundo poblado, una selva llena de edificios, una ciudad con leones caminando
Tengo hadas vestidas de viento y pelo de angel viviendo con demonios asperos de cuerpos rojos y fuertes
Tengo una tortura y un consuelo y un pez que navega errante en mi corazón
Tengo una cúpula de luz rodeada de tristezas y un vidrio roto que dejo salir a la alegría
Tengo un angel temeroso y un malvado valiente que me estiran y revuelven sin cesar
Me debato entre la furia de ser y la calma de no ser
Soy una niñita que cura los dolores y una bruja que los resucita
Tengo una casa llena de velas apagadas y luces en el alma, esperanzas escondidas en los rincones y un buda gordo que me sonríe cuando lloro Tengo a mi abuela resitando que cree en la amistad y en los ratones en una foto sepia de elegancia pueblerina, sus ojos azules me recuerdan que el mar esta a la altura de los ojos
Tengo un templo donde salen a pasear mis tiburones y la guerra se viste de flores con una bicicleta dando la vuelta para regresar feliz de haberse equivocado
Tengo una cueva de paredes invisibles y frias que no esta en una caverna, a veces prendo una fogata y descubro que no son tan frias.
Tengo un ejercito de armaduras cosquillosas que me despiertan cada mañana y me besan en la noche, que acurrucan mis miedos y los vuelven alegrías, los he visto crecer, caminar, llorar, ganar y perder pero sobretodo los he visto tomar mi mano como una bandera hasta convertirme en un árbol llenito de flores amarillas
Tengo tantas lagrimas que acabaría con los desiertos como si todos los océanos hubieran decidido venir a vivir en mi corazón porque allí habitan vientos y sirenas, corales y aguamala y tres surfistas que saben muy bien cuando divertirse con mi furia, cuando esperar la marea, cuando salvarme de la resaca.
Tengo una colorido paraíso peleándose por salir, a veces salen a pasear y encuentran su lugar en el mundo, entonces yo los encomiendo a la vida y ellos se quedan para siempre lejos de mi.
Tengo un jardín lleno de flores que se me olvida regar pero que miro y remiro maravillándome de la nobleza de la vida que con poco aparece y nos alegra
Tengo dos fábricas de cinco dedos y una trasnacional que a veces se pinta los labios y le enseña al mundo que no existen los idiomas, que el instinto de la especie triunfa en las catástrofes
Y por ultimo tengo este amasijo de átomos que conforman y confrontan cotidianamente la esperanza, y una seguridad implacable de que en alguna parte me esperan las respuestas.
Tengo hadas vestidas de viento y pelo de angel viviendo con demonios asperos de cuerpos rojos y fuertes
Tengo una tortura y un consuelo y un pez que navega errante en mi corazón
Tengo una cúpula de luz rodeada de tristezas y un vidrio roto que dejo salir a la alegría
Tengo un angel temeroso y un malvado valiente que me estiran y revuelven sin cesar
Me debato entre la furia de ser y la calma de no ser
Soy una niñita que cura los dolores y una bruja que los resucita
Tengo una casa llena de velas apagadas y luces en el alma, esperanzas escondidas en los rincones y un buda gordo que me sonríe cuando lloro Tengo a mi abuela resitando que cree en la amistad y en los ratones en una foto sepia de elegancia pueblerina, sus ojos azules me recuerdan que el mar esta a la altura de los ojos
Tengo un templo donde salen a pasear mis tiburones y la guerra se viste de flores con una bicicleta dando la vuelta para regresar feliz de haberse equivocado
Tengo una cueva de paredes invisibles y frias que no esta en una caverna, a veces prendo una fogata y descubro que no son tan frias.
Tengo un ejercito de armaduras cosquillosas que me despiertan cada mañana y me besan en la noche, que acurrucan mis miedos y los vuelven alegrías, los he visto crecer, caminar, llorar, ganar y perder pero sobretodo los he visto tomar mi mano como una bandera hasta convertirme en un árbol llenito de flores amarillas
Tengo tantas lagrimas que acabaría con los desiertos como si todos los océanos hubieran decidido venir a vivir en mi corazón porque allí habitan vientos y sirenas, corales y aguamala y tres surfistas que saben muy bien cuando divertirse con mi furia, cuando esperar la marea, cuando salvarme de la resaca.
Tengo una colorido paraíso peleándose por salir, a veces salen a pasear y encuentran su lugar en el mundo, entonces yo los encomiendo a la vida y ellos se quedan para siempre lejos de mi.
Tengo un jardín lleno de flores que se me olvida regar pero que miro y remiro maravillándome de la nobleza de la vida que con poco aparece y nos alegra
Tengo dos fábricas de cinco dedos y una trasnacional que a veces se pinta los labios y le enseña al mundo que no existen los idiomas, que el instinto de la especie triunfa en las catástrofes
Y por ultimo tengo este amasijo de átomos que conforman y confrontan cotidianamente la esperanza, y una seguridad implacable de que en alguna parte me esperan las respuestas.